La obesidad en los Estados Unidos
La obesidad en los Estados Unidos
Estados
Unidos, el país donde los sueños se hacen realidad, no solo es
conocido por ser el lugar donde habitan las estrellas, sino por ser
el país donde la obesidad reina. Sin embargo, la situación no
siempre ha sido así, hasta los años 20, la cocina americana
destacaba por ser variada debido a su importancia geográfica y a las
influencias europeas que habían contribuido en su desarrollo. Un
claro ejemplo podría ser la Jambalaya,
plato sureño basado en la paella, originaria de España.
Debido
al auge de las cadenas Fast
Food en
los «Roaring
Twenties»,
la cocina americana tradicional comenzó a desaparecer. A pesar de la
calidad de su cocina, el pueblo americano se decantó por la comida
rápida, a causa de su módico precio, la sencillez de su elaboración
y el asfixiante apoyo publicitario por parte de los medios de
comunicación.
A
lo largo de los años, esta decisión provocó un gran aumento en los
índices de obesidad del país, desde la segunda mitad del siglo XIX
hasta la primera mitad del siglo XX, el peso medio de la población
americana subió 7 kilos. Asimismo, desde 1920 hasta el día de hoy,
la media de los americanos en referencia al peso ha subido
aproximadamente 6 kilos más.
En
la actualidad, centros de control de enfermedades de Estados Unidos
calcularon que el 40% de todos los norteamericanos son obesos, es
decir, poseen un índice de masa corporal de 30 o superior. Entre
ellos, un 20,6% son adolescentes entre 12 y 19 años. Según
los Centers
for Disease Control and Prevention (CDC),
el peso promedio de una mujer norteamericana en 2018 es superior al
peso promedio de un hombre norteamericano en 1960, alcanzando los 75
kilos.
Las
causas de la obesidad son múltiples y complejas, sin embargo,
gracias a los datos científicos podemos comprobar que en la cultura
estadounidense predomina la comida procesada y el estilo de vida
sedentario, lo cual es la raíz del problema. Gobiernos
pertenecientes al país de Norte América han decidido instaurar
iniciativas para mejorar la educación alimentaria, como por ejemplo
la implantación de una norma que exige vender alimentos saludables
en las cafeterías de los colegios e institutos, ya que la mayoría
de estudiantes se decantan por las patatas fritas, los refrescos y la
bollería industrial de las máquinas expendedoras causante de
enfermedades como el colesterol, intolerancias alimentarias,
problemas circulatorios… etc.
Realizar
cambios en el estilo de vida es difícil, mucho más cuando no
hablamos únicamente de decisiones individuales sino de normativas o
leyes que afectan a toda la población. Como tantas desviaciones de
lo saludable, esto debe hacerse desde la educación, ese es el pilar
fundamental para la realización de los cambios en una sociedad ya
sean alimenticios, de mejoras sociales, de igualdad de género...
etc. Si la sociedad americana quiere mejorar su alimentación no solo
por su bienestar personal sino también por la reducción en el gasto
médico derivado de los problemas por el sobrepeso, deben legislar,
al igual que hicieron con el tabaquismo, aduciendo estas mismas
causas.
Elia
Canalis, Francesco Corvo y Malena Caballero.
Revisa los calcos que sugieren un texto en inglés detrás. Bastante correcto en general.
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